El cuento es un medio de manifestación de la belleza para regocijar el alma del niño, satisfacer sus necesidades lúdicas, organizar sus primeras experiencias y confrontar los valores de la vida con la situaciones reales, que todo cuento encierra, aun o más fantásticos.
Todo lo dicho nos debe llevar a considerar que la narración del cuento como una estrategia educativa, ha ejercido y ejerce una notables influencia en la socialización y culturización de las nuevas generaciones sobre la que podemos ejercer cierto control, ya que contar y contarse historias en clase es algo que nunca debemos dejar de hacer, porque las historias o cuentos nos dan una visión acabada y organizada de cuanto en el mundo ocurre y de todos los electos que le componen. Y, precisamente por ser un tipo de discurso comunicativo con gran poder de atracción, proporciona a los niños una visión concreta del mundo capaz de estimulas la comprensión de la lectura del niño preescolar.
En cierto modo, cuantas historias lleguen a los oídos de los niños y niñas, más modelos de comprensión del mundo y mejores esquemas de interpretación poseerán.
Por lo tanto, el cuento ha de servir para despertar en el niño amor por su terruño, por su raza, por las bellas artes, por el idioma entre otros, también ha de permitirle fomentar su creatividad y estimulas su fantasía. De este modo, cuando anhele interpretar el universo, el niño ira a sumergirse, por convicción y en forma voluntaria, en el mundo de la lectura, lo cual lo llevara hacia el sitial de sus ideales, iniciado a través de la narración de cuentos
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